El genial autor del Quijote tenía cuarenta y ocho años cuando inició la redacción de su obra inmortal. La primera parte fue publicada en 1605 y de inmediato tuvo un éxito resonante entre los lectores de la época, que disfrutaron intensamente las andanzas del caballero de la triste figura. Concebida como una sátira contra los libros de caballerías, la obra expresa de manera magistral dos formas fundamentales de enfrentar la vida, oponiendo constantemente el más extremo idealismo con el más práctico de los realismos, actitudes encarnadas en los dos personajes principales: el noble caballero y su fiel escudero. Asimismo, la obra exalta las virtudes de la imaginación y constituye la primera novela moderna de la literatura occidental. En 1614 apareció una versión apócrifa, circunstancia que probablemente motivó a Cervantes a completar y publicar la segunda parte.